viernes, 22 de junio de 2012

¿Cine romántico? ¿O cine de amores?

Si las artes son un reflejo de nuestros sentimientos, el amor es una apuesta segura para conmovernos, para sensibilizarnos: sea lo que sea, no hay sentimiento más universal que el amor.
La industria del cine logró que nuestras emociones sean un bien de consumo, producido por nosotros mismos. Dejarse llevar por una historia, nos despierta sentimientos que tienen permiso, en la oscuridad de una sala, para deambular libremente por nuestro cuerpo: las ansias, el miedo, los deseos más profundos, las pasiones, se van alimentado hasta llegar a un cénit de catarsis que se apaga justo cuando llega el cartelito ese que dice “FIN”. Luego, con toda esa visceralidad ya disipada, volvemos a nuestra vida cotidiana, recordando que en el cine podemos encontrar ese recreo en el que se nos permite sentir a oscuras, por un ratito. Que cruel que puede ser el cine.
Cuando pensamos en películas de amor, lo primero que viene a nuestra memoria son las comedias románticas, o las pelis de amor a secas,  esas que apelan al amor como un mínimo denominador común, esas de una hora y media de histeria, idas y venidas, las del chico-conoce-chica; que culminan con ese tan demorado beso, o el glorioso “si quiero” de vestido blanco y ramillete. Esas, de posters con abrazos y sonrisas, y colores vivos. Son las pelis que, temerosamente condescendientes, nos presentan al amor únicamente como un sentimiento agradable, ese sentir que nos completa sólo si hay otro que nos corresponda. Y punto.
¿Pero no es el amor algo más maravillosamente complejo que eso? ¿No hay acaso amores que demandan sacrificio, amores genuinos pero insatisfechos, amores que se encuentran en un difuso límite con alguna adicción? ¿Infantiles, decrépitos, fugaces, espinosos? Tantos amores, tan distintos. Debe haber, para cada uno, alguna película que pueda retratarlo.
En este romance cangrejo de hoy, con un sentido dolor en el corazón por dejar tantas recomendaciones afuera, charlamos sobre dos películas que son dos grandes obras maestras del séptimo arte. Pelis  para ver abrazados, acurrucados en este recién parido invierno.

NAZARENO CRUZ Y EL LOBO (1975, Leonardo Favio)
 "Que linda que sos Griselda, ¿querés que te haga un fuego? Yo hago los mejores fuegos."
Leonardo Favio es, a mi modesto entender, uno de los grandes maestros de nuestro cine. Para varios puede ser ese tipo con pañuelo en la cabeza, que cantaba canciones algo melosas. Si piensan así, los invito a ver su obra. Sus películas portan una sensibilidad difícil de igualar en nuestra cinematografía.
Nazareno Cruz y el Lobo cuenta una bella historia de amor, la historia de una decisión crucial, la de un sacrificio supremo. Nazareno (Juan José camero), nacido séptimo hijo varón de un séptimo hijo varón, está condenado a vivir como lobizón. Más la maldición, como si hubiera sido un amague, no se presenta. Recién cuando Nazareno conoce a Griselda (Marina Magali), ese destino pre escrito se hace presente. Y nadie menos que el mismo Mandinga (Alfredo Alcón) le ofrece renunciar al amor de Griselda para poder librarse de su vida como licántropo.

DOCTOR ZHIVAGO (1965, David Lean)
“Si un pueblo ama la 
poesía, ama a los poetas, y nadie ama la poesía como un ruso.”

Esta película está basada en la monumental novela del ruso Boris Pasternak, y transita por toda la vida del talentoso poeta y médico Yuri Zhivago (Omar Sharif). El filme nos cuenta el intenso y tormentoso amor de Zhivago entre dos mujeres: su esposa Tonya (Geraldine Chaplin) y su eterna amante Lara Antipova (Julie Christie, demasiado hermosa como para ser cierta).
El derrotero de sus vidas no pasa simplemente por cuernos, celos, o cuestiones de alcoba: sus encuentros y desencuentros se ven siempre condicionados por la historia viva que los rodea: la primera guerra mundial, la revolución rusa, una larga guerra civil. Doctor Zhivago es un gran ejemplo que ilustra hasta qué punto las historias más íntimas, humanas y sentidas son también producto de su época.

Nazareno Cruz y el Lobo puede verse completa en youtube.
Doctor Zhivago se alquila o se baja.
¡Inflen su pecho con estas pelis, y no se olviden de largar un lagrimón!
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario